Todo hace indicar que Rodolfo José Espinoza, de 27 años, presuntamente planificó el crimen de su pareja, la joven Clarisa Yalila López Urbina, de 21, porque 15 días antes del trágico hecho, el acusado llevó a la vivienda, donde estos vivían, un rifle calibre 22, arma que supuestamente utilizó para privarla de la vida de un balazo en la cabeza.
Incluso los testigos (propuestos para el juicio del caso) que estaban reunidos en la casa ese trágico 31 de diciembre de 2012, donde estaban celebrando la despedida del Año Viejo, manifestaron a la Policía que el acusado se puso incómodo, porque vio que la ahora occisa López estaba comiendo unas cuajaditas que le había llevado un amigo de nombre Pablo.
Al parecer eso enfureció a Rodolfo, quien se llevó a su mujer (la víctima Clarisa) al segundo piso de la vivienda y ahí le propinó un balazo en la sien derecha, que la privó de la vida de manera instantánea.
El hecho ocurrió en Los Caños de Las Crucitas de Crutis San Carlos, provincia de Alajuela, Costa Rica.
Ayer en la audiencia inicial, Luis Solórzano, abogado defensor del acusado Rodolfo, manifestó que había una inconsistencia del caso, debido a que en la acusación la madre de la víctima aparece con un nombre y en el intercambio de pruebas con otro.
Pero la juez Primero Distrito Especializado en Violencia, Aracely Rubí, envió a juicio al acusado para el próximo 26 de mayo y le mantuvo la prisión.
